domingo, 28 de noviembre de 2010

Barcelona-Real Madrid, el poder de lo cansino.

    


  En tiempos normales, el clásico Barcelona-Real Madrid se hubiera jugado hoy,  acabando así de sopetón con el circo mediático (circo, mucho circo) al que nos llevan sometiendo desde hace meses, pero prolongar la agonía un día mas es de ser verdaderamente cabrones, otro día más de sufrimiento para el futbolero y no futbolero. Al menos el futbolero de pro verá recompensadas mañana sus ansias de partido del siglo (sí, otro más), pero a quien esta pelea de gatas le viene al pairo y esté ya hastiado de tanta parafernalia, tanta locura, ¿qué le queda?.


Ahora que en estos días todo es fútbol, se vienen a mi cabeza recuerdos futboleros, como el cerebro es selectivo sólo tengo dos, el primero una foto en la que tendría dos o tres años con una pelota del mundial del 82, que creo que todavía conservo y mi imagen con una forma esférica también, estaba bastante gordito. En el segundo me veo corriendo por la banda arriba y abajo con mis ochenta kilos de peso, ante el asombro de los rivales, que parecían decir "Éste se muere en el campo".
Tiene gracia que cuando más me gustaba el fútbol, estaba en la peor forma física posible para practicarlo, fue dejar de jugar y perder peso a espuertas, el fútbol engorda por lo tanto, me ha venido muy bien dejar de lado esa pasión por el deporte rey.

La verdad, no voy a decir nada que no se haya dicho ya sobre el partido de partidos, Godzilla vs King Kong, Freddy vs Predator, tampoco me apetece, todo lo que rodea a este partido ha adquirido unas dimensiones absurdas que insultan al espectador, estoy harto de Mourinho, Guardiola, Cristiano Ronaldo, Messi, hasta de Iniesta, ojalá un agujero negro se trague a la "Galaxia", que pesadez.
Prosinecky o Cruiff al menos eran mas "Pop", tenían otro aire, todos estos jugadores de ahora son unos horteras a los que hay que soportar todos los días, no puedes escapar de ellos por mucho que quieras, están en todas partes.

1 comentario:

Mary dijo...

Amén, hermano. El fútbol es el opio del pueblo.