lunes, 17 de enero de 2011

Trenes abandonados

          Ayer tuve mi bautizo en abandonos, siempre he tenido ese afán aventurero de explorar lugares abandonados, pero con el tiempo me he vuelto mas miedoso, además de patoso.
Gracias a Nanotxenco del fantástico blog Máquinas y Escombros (link a su blog en esta página) me he decidido a hacer una excursión a lugares que han tenido vida, pero que ahora se encuentran deshabitados y en el olvido y de no ser por la gente que practica esta afición probablemente se desconocería de su existencia.
 La norma más importante para hacer excursiones de este tipo, es no facilitar datos, para evitar saqueos y vandalismos, tratando con el respeto que se merece a dicho lugar, sin alterar su estado aunque no siempre es así, hay mucho listo suelto.

Hace tiempo mi amigo me habló de varios lugares a los que ir, pero le pedí que me llevara a un lugar con poco riesgo, al que no tuviera que saltarme ni existiese peligro de ningún tipo porque podría ser un estorbo en su expedición, soy lo que se dice un patoso, en mi adn la opción de trepar con agilidad no está incluida, aparte de esto también tengo miedo a las alturas y sufro si veo a alguien en un lugar alto al que no me asomaría, lo que se dice el compañero ideal.

Visitar estos lugares tiene algo de poesía, te imaginas las gentes que los han habitado, sus historias, el tiempo que llevan abandonados, y para un novato en este tipo de excursiones como yo hay una mezcla de sensaciones brutal que va desde el miedo a la curiosidad pasando por la excitación y el asombro. Hace unos días mi amigo me dijo que visitaríamos estaciones de tren abandonadas, y tras ver en internet fotos de los lugares, la mañana del domingo nos decidimos a visitarlos.

Nada más llegar vimos que la primera de las estaciones, tenía trenes que podían estar en uso perfectamente, parecía que no estuviese abandonada, además estaban sin grafitear, algo que indicaba que había vigilancia. Preguntamos a un vecino si se podía visitar y amablemente nos dijo que el lugar estaba vigilado y no se permitían visitas y nos habló de la existencia de perros de presa vigilando el lugar, algo que nos inquietó bastante y nos fuimos, pensé en ese hombre que al despertarse todas las mañanas ve una estación de tren abandonada, algo mas entretenido que ver al secarral que veo todas las mañanas.
Ya habíamos pensado en un problema de este tipo y nos desplazamos a otra estación que se encontraba cerca, mientras vimos una fábrica enorme (podría ser una cementera) también abandonada, pero el lugar requería saltarse y además seríamos vistos, si no sabes de alguien que te permita la entrada o te lo pueda enseñar, es mejor evitarte esos problemas.
 Al llegar al lugar yo seguía pensando en que uno de esos perros de presa me devoraría de un bocado y escuchar los disparos de los cazadores (cada vez sonaban mas cerca) y los ladridos de sus perros no me tranquilizaba precisamente.

Ya allí, parecía que la estación llevaba abandonada poco tiempo porque el lugar, aunque estaba saqueado tenía buen aspecto. Justo al lado estaba una caseta que albergaba los mandos para mover los raíles tomado por la yedra, que lo rodeaba, la naturaleza recuperando lo que es suyo, algo que dificultaba la subida para ver su interior, pero mi amigo subió y tomó unas fotos fantásticas.

El edificio de la estación era territorio de las palomas, la mayor parte estaba tapiada y su reloj funcionaba. Nos habían dicho que allí no paraban trenes, pero yo bromeaba con la posibilidad de que pasase el Expreso Pendular Del Norte que pasa cada 25 años (El Milagro De P. Tinto) y nos llevase por delante. Durante el tiempo que estuvimos allí pasaron dos trenes, aunque ninguno era el Expreso Pendular Del Norte y lo hicieron por las vías que si están en uso. Pese a que las vías por las que andábamos, estaban en desuso, pisaba con respeto por si acaso.

 Allí estaba, un tren abandonado y grafiteado por todas partes. El diseño de su interior era moderno, denotaba que llevaba poco tiempo parado y se conservaba en buen estado aunque los graffitis no dejaban que entrase luz y le daban un toque más siniestro.

 Justo cuando estábamos fotografiando la cabina unos simpáticos amigos hicieron su aparición estelar en una furgoneta y decidimos largarnos de allí, ellos también al vernos a nosotros, nos dieron muy mal rollo y creo que no traían buenas intenciones.
 Un sentimiento de culpa invadía mi mente, pese a que este lugar está totalmente abandonado y hay gente que ya se ha encargado de saquearlo, destrozarlo y robar elementos, me parecía estar haciendo algo malo y eso que nuestras únicas intenciones eran hacer fotos y empaparnos de la magia del lugar, nada malas. Pero se me pasó enseguida, porque tocaba ver la última estación que estaba en peor estado.


 El tren que estaba abandonado tenía un diseño y unos colores más antiguos y estaba bastante deteriorado, debía llevar allí mucho tiempo, los restos de cristales por el suelo me parecieron muy fotogénicos e hice unas cuantas fotos, aunque me faltan clases de fotografía, eso sí fotográficamente el tren tenía mucha chicha.








La estación también estaba tapiada, su fachada se parecía bastante a la primera que visitamos y había otra sala enorme con un tejado de madera. Ya cuando nos íbamos vimos que los baños eran idénticos a los de la otra estación. Así acabó esta primera toma de contacto que aparte de ser muy productiva me pareció fascinante.

Gracias a Nanotxenco por enseñarme estos lugares, seguro que no será la última vez que realice una de estas excursiones.
Espero repetir pronto esta experiencia.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa mezcla de poesía, excitación, curiosidad, asombro, interés...
es algo parecido lo que puede experimentar un arqueólogo, antropólogo o cualquiera que se dedique al estudio y conocimiento del pasado, a la conservación de cualquier tipo de patrimonio.
Me he sentido identificada en esas letras. Me han gustado mucho tus palabras.

Carry on!!!

ol

Dudupeich dijo...

Muchas gracias!!! Estos lugares tienen mucha magia, las palabras alen solas...

Maquinas y Escombros Urbex dijo...

Pese a tus "mieditos" y tu ADN sabes apreciar el encanto de estos lugares, ademas sabes ver la belleza donde pocos la encontrarian nunca, por eso aunque tu lo niegues eres un compañero de los mejores. A ver la porxima excursion que tal nos sale.

Anónimo dijo...

yo sólo espero que el gas de los botes de grafiti sean cancerigenos.

Anónimo dijo...

Con todo el respeto, me gustaria decir que el anterio comentario sobra, porque tu puedes tener un concepto de belleza y yo otro, tu alomejor ves un paisaje y yo veo un graffiti y te puede gustar mas uno o el otro, pero respeta los gustos de los demas.

Anónimo dijo...

Donde es la parada que sale la cementara y el tren mas nuevo todo pintado??