miércoles, 23 de febrero de 2011

Más allá de la vida

       Resulta chocante que un hombre como Clint Eastwood que se ha pasado media vida pegando tiros en el lejano oeste, realice ahora grandes películas dramáticas, pero no dramas cualquiera, dramas de esos que dejan huella.

No pretendo menospreciar su carrera, porque el bueno de Clint es una parte muy importante del séptimo arte en sí, y porque después de esos films crepusculares, el señor Eastwood demuestra magistralmente con sus obras, que es uno de los mejores directores vivos que nos quedan.

Personajes solitarios como esos vaqueros que él interpretaba llenan sus films, esos que gusten o no, forman parte de la historia del cine, y ahora que hemos perdido a un gran actor (dice que no volverá a actuar, ojalá este mintiendo) ganamos a un director que se centrará más en dirigir películas y componer esas bandas sonoras con cuatro acordes de piano tan bonitas. Al fin y al cabo aunque sea uno de los grandes actores de la historia del cine, prefiero que esté detrás de la cámara, porque es de los pocos que saben conmover al espectador con sus películas.

Si algo tiene "Mas Allá De La Vida" que se relacione con algunas de sus últimas cintas es la muerte, en "Mystic River" hablaba de la pérdida de un hijo, en "Million Dollar Baby" estaba la sombra de la eutanasia y en esta película habla de lo que hay después de la muerte, parapsicología, catástrofes naturales y atentados terroristas.


Tres historias diferentes que convergen al final interpretadas por unos correctos y comedidos Cécile De France y Matt Damon, GeorgeMclaren y Frankie Mclaren (lo mejor de la película), la historia de los niños empieza lenta, pero acaba siendo la mas conmovedora. Una película en la que sufrirán distintas crísis y pérdidas personales y emocionales de las que al final acabarán sacando partido.

La mano de Steven Spileberg como productor ejecutivo se nota en la impresionante recreación del Tsunami del 2004 y también en algunas secuencias oníricas del film, por eso no es de extrañar que la única nominación del film a los Oscar sea la de efectos especiales.

Probablemente otro director hubiera optado por la lágrima fácil, pero está película pese a no destilar el clasicismo de otras cintas del norteamericano no deja de tener el sello Eastwood, esas escenas sobrias, desgarradoras y sin artificios que nunca tienen un segundo de más, adornan esta película de el de San Francisco que sigue estando en plena forma, y que siga así por mucho tiempo.

Lo mejor: La historia de los niños y el Clint Eastwood más romántico.

Lo peor: Que se saquen lecturas metafísicas equivocadas, esto es solo una película.









1 comentario:

Señorita Rico dijo...

Vaya peli pastelosa!! pero bueno tiene su minipunto!