Hace unos días mi madre me enseñó una foto de uno de mis abuelos en la época que estaba haciendo el servicio militar.
En la foto mi abuelo estaba sonriente, quizás porque si llega a nacer cuatro o cinco años antes le hubiera tocado estar combatiendo en la guerra, pero por suerte no fue así y esos años le pillaron muy joven.
En dicha foto mi abuelo estaba vestido con el uniforme típico del servicio militar, pero me llamó la atención que por detrás había escrito un poema para mi abuela, que por aquel entonces no era su mujer, estamos hablando de 1944. La letra, ordenada, elegante, sin faltas de ortografía, se nota que mi abuelo cuidaba todos los detalles, para acabar con un formal "tu novio", que me hizo reír durante un rato. Estaba claro, mi abuelo era todo un poeta.
Me gustó mucho ver esa y otras fotos de esa época, saber cosas sobre mi familia que no sabías y te impresionan mucho, encima si tienes abuelos con ganas de contarte historias de su pasado, algunas con gracia y otras realmente duras pues te da para rato. Por desgracia ya no me queda ningún abuelo y esas cosas quedan en el recuerdo que tienes de ellos, por eso tampoco está de más recordarles un poco aunque sea en un blog de nombre surrealista.
Mis abuelos me contaron sus historias sobre su experiencia durante ese periodo, pero bueno, aquí es donde viene lo malo y esto no es "Sálvame", por lo tanto no voy a escribir sobre dichas experiencias, todo el mundo hemos tenido o tenemos a alguien que ha sufrido de cerca o en sus propias carnes los estragos de una guerra para hacernos una idea de esa época.
Han pasado muchos años desde entonces pero muchas cosas no han cambiado ni cambiarán nunca, hoy en día hacemos de un grano de arena toda una montaña, y me hace gracia escuchar una frase que incluso se me ha pegado de tanto oírla:
- ¡La que está cayendo!
Siempre había escuchado esa frase cuando llovía mucho pero ahora también se aplica a la economía, tanto como otras palabras como pueden ser crisis, deuda, rescate, palabras cercanas, eso que cale bien el mensaje que los peces gordos quieren para la plebe.
Me hace gracia ver como periodistas, tertulianos, economistas, políticos y cualquiera que se tercie, pronuncian sin parar esta frase que es todo un legado de nuestros abuelos, una frase que pronunciaban cuando veían la lluvia caer con fuerza, como si fuese la última vez que la fuesen a ver, ¡qué macabro!.
Es triste, pero pensaba que en los momentos malos, guerras, depresiones, etcétera, los seres humanos sacábamos lo mejor de nosotros mismos, pero resulta que esto en el arte no es así, en tiempos de guerra, el arte adquiere un carácter mas conservador y menos innovador, aunque no siempre es así y hay alguien que se mea fuera del tiesto, como por ejemplo PJ Harvey, que aparte de entregar uno de sus mejores discos, ha convertido "Let England Shake" en un alegato antibelicista acorde a los tiempos que corren, porque mezclar buena música y mensaje no está reñido.
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