sábado, 4 de junio de 2011

Josele Santiago

      A mi edad,  aunque ya empiezo a ser algo viejo, el anterior grupo de Josele Santiago "Los Enemigos" me queda un poco lejos, en su día disfruté de "Nada", un verdadero discazo, pero los demás discos junto a esta banda los he disfrutado mas bien poco. Su irrupción en solitario es sin duda una de las grandes sorpresas que nos ha deparado la pasada década.

Si te pones a mirar en todo el panorama nacional, no hay una voz tan fuerte como la suya, rabiosa y melódica a la vez, grave y cazallera, pero ni mucho menos fea y mala.

Todo el panorama está lleno de voces demasiado limpias o demasiado sucias o voces que deberían tener prohibido por ley la entrada a un estudio de grabación, pero la suya guarda el equilibrio entre lo sucio y la melodía, ya les gustaría a muchos cantar como canta él.

Dicen en la Rockdelux que con Josele en solitario no se echa de menos a Los Enemigos y en parte tienen razón, si su separación sirve para que entregue discos como este "Las golondrinas etcétera", "Garabatos" o  "Loco encontrao" o para que Fino Onoyarte comande un auténtico grupazo como Clovis , pues mucho mejor ¿no?.

Josele Santiago acaba de editar su cuarto trabajo que lleva el nombre "Lecciones de vértigo" hace escasamente un mes, y en las pocas escuchas que le he dedicado no me ha decepcionado, muy en la línea de "Loco encontrao" solo que es algo más guitarrero.

Pero me quiero centrar en su debut en solitario. Este disco estuvo en prácticamente todas las listas musicales especializadas del país entre lo mejor del año 2004. Recuerdo que ese año pude ver un par de conciertos suyos rodeado de gente como Pablo Novoa (Golpes Bajos) a la guitarra o Ricardo Moreno (Los Ronaldos) como batería, y es que este álbum recoge probablemente un puñado de canciones magistrales.

Producido por Nacho Mastretta, el álbum empieza con "Ole papa" una canción en la que Josele con voz calmada y rimas chulescas al principio y desnortado y anárquico al final, construye un tema divertido con un apoteósico final. En "Serrín", el segundo corte aparece el acordeón ( Luca Frasca, si no recuerdo mal) en el que es sin duda uno de los mejores temas de este disco en los que Josele sigue tirando de imaginario y la banda colabora como si fuera una especie de fanfarria.



En "Mi prima y sus pinceles" la melodía y la lírica le ganan la partida a la chulería , pero es sobre todo en "Con las manos vacías" (versión de la canción de Chavela Vargas) donde la crudeza de su voz y la guitarra de Pablo Novoa forman un tándem arrollador. Ese "y ponerme a gritar, que el amor es mentira", en directo, es espectacular.

"Cuatro días", "Feliz Big-Bang" coquetean con el blues mientras que temas redondos como "Tragón" o "Viento Sur" suenan mas rock y pop a la vez. "Soldado limpiando fusil" o"Borrico" muestran al Josele Santiago mas introspectivo con la guitarra como único acompañamiento, algo que también se puede apreciar en la canción que cierra el disco "Sin perdón dormid",
Pero si me tengo que quedar con un corte del disco ese es "Rompes mi canción" un temazo de rock&roll puro y duro, para que más.

Si hay algo que me gusta de Josele Santiago es ese punto de sinvergüenza que tiene, algo primitivo y muy natural en muchos artistas ingleses, pero que ahora está muy olvidado en la música. Hoy en día los grupos confunden arrogancia y pose con chulería, pero para eso hay que valer, por eso la forma de interpretar las canciones de Josele le aporta un ingrediente extra a las canciones. Recomiendo cualquiera de sus discos, pero especialmente este.



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