Un prodigio de la ingeniería llamado "Lè Concorde", nos ha dado un momento de felicidad, risas, cachondeo con una buena retribución económica, tan sólo yo creía en él, sabía que haríamos algo grande, su aspecto descuidado, con más inversión en bebida que en materiales para su construcción. Nunca un carro, unos cartones y un poco de precinto han repartido tanta alegría. Fue muy grande.
3 comentarios:
Sin duda fue muy grande y jamas pensé que en una sola tarde de precaria herreria, consiguiesemos un trasto que se moviera tan gracilmente, a pesar se su aspecto.
Tenemos 11 meses y pico para pensar como mejorarlo, y una semana para llevarlo a cabo.
La verdad es que no creia que "La Concorde" llegara tan lejos pero me equivoque, menuda maquina de relojeria! jejeje
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