El caso de Extremoduro es muy extraño, porque el grupo comandado por Robe Iniesta es uno de esos grupos icónicos que cautivan a distintas generaciones y a gente tan dispar como muchos "Heavys" o "poperos", gente a la que que le gustan artistas como David Bisbal o Bustamante caen rendidos a las canciones del grupo extremeño, y no solo eso, las ventas les acompañan también, no en vano, pese a que hoy en día con pocas ventas un artista puede ser número uno, que la banda lleve dos semanas como número uno en la lista de los discos mas vendidos sin apenas promoción y con una competencia tan bestial en este campo como son Lady Gaga o Camela es digno de elogio.
Con este disco, he vuelto a recordar mis primeras escuchas musicales, cuando intercambiaba cassettes de la banda con un amigo y me peleaba con él si no me los devolvía pronto, cuando hoy le prestas un pendrive y en dos minutos ya les has pasado una discografía completa. Sí, Extremoduro fueron mi primer contacto con la música menos mayoritaria y esas cosas son como el primer amor, nunca se olvidan, o de alguna manera, vuelven.
Quizás el impacto musical y generacional de Extremoduro sea comparable al de Héroes del Silencio, pero para un servidor, la prosa y el malditismo de Roberto Iniesta resultan más atractivas que el atrevimiento y pose glam-rock mitad Morrison-mitad Bowie de Bunbury, porque quienes quieran pensar que los extremeños son un grupo adalid del llamado "Rock Kalimotxero", se equivocan de cabo a rabo, son mucho más que eso.
Recuerdo cuando en las gasolineras vendían casettes de grabaciones caseras y malísimas del grupo, porque si hay algo que ahora me irrite de los primerizos Extremoduro es su sonido, unas grabaciones desastrosas y un sonido pésimo, por eso que fichasen por una multinacional, mas que un insulto, se puede tomar como un alivio, porque al menos las grabaciones alcanzaron un gran nivel. Nunca un recopilatorio como "Grandes éxitos y fracasos" se hizo con tanta razón, los dos discos eran mas que necesarios para escuchar los éxitos del grupo con una calidad decente.
Extremoduro siempre han tenido mucha personalidad, podrían haber lanzado mas canciones como "Jesucristo García" que mucha gente se habría conformado con eso, pero no, discos como "La Ley Innata" o este "Material Defectuoso" son un puñetazo sobre la mesa, que pasa, ¿no pueden explorar otros sonidos o tocar otros instrumentos sin perder su esencia?.
Leer las palabras "Extremoduro" y "experimental" en un mismo texto, como he leído en algún sitio, me resulta gracioso, "experimental", ni que Robe Iniesta hiciese "Dubstep", simplemente la banda busca darle a la música de sus discos la solidez que tienen sus directos, y aportar nuevos elementos a su música, pero aplicarle esa palabra tan de el mundo de la electrónica, es cuanto menos "muy chanante".
Siempre me han gustado mucho canciones como "Deltoya" o "Quemando tus recuerdos", por su rabia y ritmo, pero me han cautivado también otras como "Golfa" o "Standby" por su tempo mas pausado, por eso encontrarse con este "Material Defectuoso" es una grata sorpresa, pese a que a mas de un seguidor de la banda es probable que le haya defraudado.
"Material Defectuoso" es sin duda un gran disco, con una calidad instrumental enorme, un sonido con una nitidez increíble, a cuantos grupos se les dan mil privilegios en los estudios y no saben aprovecharlos, aunque este disco no es ese caso.
Empieza el disco, "Desarraigo" en cuyo comienzo crees que "El Guincho" va a empezar a cantar de un momento a otro, pero ese inicio con tintes "reggae" unido a los característicos "riffs" de guitarra de la banda forman una unión perfecta, incluso los coros femeninos que tan poco me gustaban en la banda, me parecen buenos ahora y sobre todo en esta canción.
"Mi espíritu imperecedero" podría formar parte de cualquiera de los últimos discos de la banda, es sin duda el corte más clásico y más deudor de los Extremoduro de toda la vida de todo este álbum, tema luminoso y rápido.
"Otra inútil canción para la paz" comienza con un saxo que recuerda a el sonido de discos como "Agila", con un órgano que aporta mucho cuerpo a la canción. Con cierto aire "Blues", es sin duda uno de los mejores cortes del disco, a la que sigue "Si te vas" que es el tema más largo del disco, y también el más tranquilo. Violines, coros femeninos, es probable que este tema le suene a "música para nenazas" a más de un seguidor de los Extremoduro más transgresivos.
"Tango Suicida" es el tema que anticiparon en su web antes de que saliera a la venta este álbum. Una canción que comienza con unos acordes de piano que hacen honor al nombre del tema, es sin duda un principio con una elegancia enorme, pero a medida que la canción avanza los diferentes crescendos de la canción hacen de este un tema redondo y muy onírico, probablemente la mejor canción del disco (opinión personal).
El disco cierra con "Calle Esperanza SN" una canción que se sostiene sobre una guitarra, pero que en su final hace gala de los Extremoduro más sinfónicos, con una gran sección de cuerdas que adornan esta gran canción.
En resumidas cuentas, es un disco que defraudará al seguidor de los Extremoduro mas sucios y rockeros, un disco que escuchado sin prejuicios (de ningún tipo) puede resultar una gran experiencia.
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