martes, 15 de marzo de 2011

Cisne Negro

          Ya lo he dicho otras veces, ir al cine es una acto de fe, casi romántico. Aun así con esos precios tan prohibitivos puede mas mi pasión por el cine que el hecho de que te atraquen a la hora de comprar la entrada.

  Llegar al cine y ver colas kilométricas para ver "Torrente 4" que ya es oficialmente el estreno más taquillero de la historia del cine español (ocho millones de euros de recaudación en su primer fin de semana) es para pensar que $antiago $egura nadará entre billetes y escupirá monedas cual tragaperras. Encima se le ve con ganas de seguir con la saga.

Pese a que Torrente da para mucho no voy a hablar sobre él, quiero hablar sobre esta película que protagoniza Natalie Portman y por la que merecidamente se ha llevado el Oscar a mejor actriz. Sólo por lo que habrá tenido que sufrir para aprender a bailar ballet (meses de entrenamiento) ya se lo merece.

Pero no es una película hecha para el lucimiento de la bella actriz israelí, no quiero desmerecer a su director Darren Aronofsky (Réquiem por un sueño, The Wrestler) que ha hecho que un film con algunos personajes bastantes típicos en estas cintas de drama entre bambalinas, sea una de las rarezas mas excitantes que he visto en el cine últimamente.

En el fondo (¡ojo spoiler!) Aronofsky hace como el director de la obra de la película, interpretado por Vincent Cassel, nos cuenta una nueva versión de la misma historia, pero de una forma mas visceral y paranoica. Quizás la única película que he visto del norteamericano, su ópera prima "Pi: Fe en el caos" (muy recomendable) tenga mucho que ver con "Cisne Negro", porque en ambas sus protagonistas encuentran dentro de la paranoia mas insana, su cenit, pero no diré mas que ya he dicho bastante.


Movimientos espasmódicos de cámara que hacen que la tensión, los nervios y todo lo que siente la protagonista de la película, remueva a el espectador en la butaca, con verdadero realismo y sin valerse de recursos ya manidos para asustar o conmover al público, firmando así algunos planos espectaculares. Hace que veamos como Nina (Portman), que suframos su paranoia (o no), convirtiendo al espectador más que nunca en un "voyeur"  que observa con los ojos bien abiertos el declive y éxito de la protagonista. Se nota que Darren Aronofsky a la hora de recrear estados paranoides tiene muy buena mano.

Visto así parece fácil, pero queda lo difícil, alguien que interprete a esa paranoica pero brillante bailarina de ballet y para eso está Natalie Portman que hace creíble a su personaje, manejándose entre la candidez del cisne blanco para acabar con la sordidez del cisne negro. Si a eso encima le sumas lo difícil que tienen que ser esas coreografías (no me lo quiero ni imaginar) y las siempre bellas partituras de "El Lago de los Cisnes" el resultado lo tienes blanco y en botella, una gran película, de las que mueven algo dentro del espectador, sean las tripas o sea lo que sea.

Otros actores como Vincent Cassel, Winona Ryder o Mila Kunis (de la serie Aquellos Maravillosos 70) cumplen con sus papeles, que aunque tienen peso en la trama se solventan con buenas pero casi testimoniales interpretaciones. Tan sólo Kunis roba algún plano a Natalie Portman en la película.

Si, es la misma historia de siempre, previsible, pero la forma de llevarla a cabo metiendo al espectador en el cerebro, cuerpo y alma de la protagonista es uno de sus grandes atractivos.

Lo mejor: Natalie Portman está genial en su papel y Darren Aronofsky fantástico en la dirección.

Lo peor: Algunos personajes estereotipados y ya vistos.

3 comentarios:

Señorita Rico dijo...

madre mia!!! q peli tan angustiosa,casi muero en el intento...

Anónimo dijo...

La interpretación de Natalie es brillante, totalmente de acuerdo, merecidísimo el Oscar, pero la peli... al principio el ritmo es bueno, la fotografía fantástica, la banda sonora con Tchaikovsky como protagonista imposible no apreciar, pero la historia... no deja de ser un retrato muy típico y tópico del mundo de la danza, que por supuesto es muy competitivo lo que fácilmente lleva a la paranoia, pero el final... ays ese final no se lo cree nadie, o al menos yo!!! Para mi humilde opinión, refleja los aires de grandeza del director del largometraje.

ol

Dudupeich dijo...

Sí, es un retrato muy típico y lleno de tópicos sobre el mundo de la danza, en eso estoy de acuerdo.

Pero me ha gustado mucho la película porque no sabes hasta que punto es verdad lo que ve y lo que imagina, no sabes si es buena o es una "hija de puta", hasta que punto hay de paranoia y de realidad, para mí esto es lo mejor de la película, además recrear la paranoia sin llegar a caer en el ridículo no tiene que ser nada fácil.

El final, bueno, no es precisamente lo mejor, pero creo que es el que mejor pega a la película, muerte en el escenario, eso siempre funciona.

Pero tampoco te fíes de mí, soy muy flipado y muy impresionable, jeje.

Te recomiendo que veas "Pi: fe en el Caos" si no la has visto todavía.