miércoles, 2 de julio de 2014

Californication: Hasta siempre Hank Moody

          
Si soy sincero, al principio era contrario al fenómeno de las series de hoy en día, muchas de ellas cutres, pero la crisis en el cine actual, y el hecho de que estamos en la edad de oro de las series, con buenos argumentos, buenos actores y sobre todo buenas producciones, ha hecho que me rinda a un buen puñado de sitcoms, aunque he de reconocer que no he llegado a Californication hasta hace escasamente un año, cuando vi un capítulo de la quinta temporada con el rapero y productor musical RZA, en el que interpretaba precisamente a un rapero y productor musical llamado Apocalipsis Samurái. Pensé, que si este tipo, que en sí encarna todos los tópicos del Hip Hop, es capaz de reírse de sí mismo, esta serie no debía que estar nada mal, por lo que me he tragué las seis primeras temporadas del tirón. Me alegro de que haya sido así, porque la espera entre temporada y temporada se me hubiera hecho eterna. Pero todo lo bueno acaba,  y este domingo tras siete temporadas las aventuras y desventuras de Hank Moody han echado el cierre.
 
 

 

El primer capítulo de esta serie es una declaración de intenciones en toda regla, una iglesia, una monja, una felación. Así comenzaba esta serie allá por el 2007, protagonizada por David Duchovny, a quien todos hemos conocido como el Fox Mulder de Expediente X ,  un "San Benito" que se ha quitado con un personaje hecho a la medida del antiguo agente secreto del FBI. Tanto creería en Californication el propio actor norteamericano , que ha sido uno de los productores. Una serie que empezó con muy buenos datos de audiencia en Estados Unidos, pero a la que las posteriores reubicaciones en la parrilla televisiva, y un alargamiento en exceso (como la mayoría de las series) han hecho mucho daño, hasta acabar sin pena ni gloria, con bajos datos de audiencia. Californication siempre se ha movido entre la línea de lo políticamente correcto y lo surrealista, tratando algunos temas tabú, con una elevada carga de sexo, riéndose de todo, del Hip Hop, del Rock, del cine, de los escritores, en fin no ha dejado títere con cabeza.




En España se emite actualmente en Energy, pero creo que hasta la quinta temporada. Ambientada en Los Angeles, se ha reído en múltiples ocasiones del establishment hollywoodiense.  Los que hemos caído en el encanto sinvergüenza de Hank Moody, echaremos de menos personajes como Karen (fantástica y sobria Natascha McElhone) una mujer con clase, que deja en un buen lugar al género femenino de la serie, Runkle (un extraordinario Evan Handler) el agente pajillero, Becca (Madeleine Martin) la benjamín del grupo y a la vez la más cuerda de todos o Marcy (Pamela Adlon) una mujer que es un disparate en sí. Personajes  desternillantes como Eddie Nero, Lew Asbhy, Atticus Fetch, Stu Beggs o el anteriormente citado Apocalipsis Samurái, han sumado con sus apariciones, además de cameos de músicos como Marilyn Manson, Sebastian Bach o Tommy Lee.

Quizás, para el género femenino pueda resultar algo machista, por el papel que han interpretado muchas mujeres, como meras compañeras de cama del protagonista, pero con las protagonistas, en Karen y sobre todo en Becca,  redime el papel de las mujeres en la serie, otorgándoles el sentido común que le falta a su protagonista masculino, dándole la elegancia y la sobriedad y mesura ante mujeres que se derriten por un cuarentón resultón. Pero como he dicho antes aquí nadie se libra, y a los hombres también le ha tocado con su variado catálogo de zafiedades y meteduras de pata. Pero no creo que haya que interpretar la serie como una guerra entre hombres y mujeres, después de todo el amor (y el disparate)  es lo que mueve la serie.
 
 

Sí, Californication no deja de ser previsible, como todas las series, pero en mi opinión ha destacado por su ruptura con lo políticamente correcto, encarnada en Hank Moody, un macho alfa que bajo su sirvengonzonería , esconde un buen corazón, un antihéroe que la caga una y otra vez en la búsqueda del amor de su vida. Repleta de humor negro, no sé si será de las mejores series de los últimos años, pero si es una de las más reseñables, aderezada con una gran selección musical, a ratos parece una canción de The Doors.

Espero que se hagan más series del nivel de Californication en el futuro, solo nos queda decir con la voz lo más aguda posible:

¡¡Hasta siempre motherfucker!!

 Lo mejor: Su irreverencia.
Lo peor: A ratos previsible.